Maíz con corazón de amaranto

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Maíz con corazón de amaranto

En el Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Irapuato, algunos científicos plantean que gracias a los beneficios del amaranto, el cual es capaz de soportar situaciones extremas de falta de agua o salinidad en la tierra, se podría introducir al maíz y otros cultivos para dejar de lado el uso de fertilizantes químicos.

John Délano Frier, especialista del Departamento de Biotecnología y Bioquímica, encabeza el equipo de trabajo que desde el 2014 está trabajando en los genes del amaranto.

Han descubierto que el 9% de los genes de este cereal se activa para responder a situaciones de estrés como la falta de agua o la salinidad de la tierra, mismas que le permiten tolerar situaciones extremas como sequías o ataques de insectos, infección bacteriana o por virus. Son estas las cualidades que podrían tener el potencial de ser introducidas al maíz, trigo, arroz u otros cultivos.

Además de estas cualidades, el amaranto es importante en la salud humana, ya que se ha demostrado que proporciona un balance de aminoácidos que ayuda a prevenir enfermedades como obesidad, diabetes e hipertensión, calificadas de crónico-degenerativas, así como aportar importantes beneficios en proteínas, anticuerpos, grasas vegetales y triptófanos, que funcionan como antidepresivos. En las Mesas de Diálogo: “México, Tierra de Amaranto”; que tuvieron lugar en Querétaro se comentaron diferentes puntos importantes.

“Quizás en el amaranto existan antioxidantes que pueden tener este efecto benéfico para todas las patologías. En mi investigación nos hemos enfocado en estudiar de dónde surgen todas estas bondades”, John Délano.

El amaranto no requiere de fertilizantes químicos para su cultivo, ya que utiliza las bacterias promotoras del crecimiento que habitan en la tierra; además tiene 24 mil genes, de los cuales 21 mil corresponden al transcriptoma.

Por tantos beneficios que le han descubierto, Délano subraya que es importante impulsar el conocimiento y consumo de amaranto para alcanzar una seguridad alimentaria ante las condiciones ambientales que año con año afectan a otros cultivos, siendo la falta de alimento un foco rojo en el futuro a mediano plazo. México es uno de los principales productores de este cultivo; de hecho de las tres especies de amaranto, una proviene de Guatemala y otras partes de Latinoamérica, mientras que las dos restantes provienen de México, específicamente Puebla y Tlaxcala.

El amaranto ha vivido una larga carrera para ser reconocido. En el 2007 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) lo nombró “grano prioritario” gracias a la labor de varias organizaciones, entre ellas la asociación civil “México, Tierra de Amaranto”, la cual promueve el cultivo y autoconsumo de este grano en las comunidades queretanas, además de brindarles una fuente de ingresos.

Délano mencionó: “todos debemos tomar conciencia, cambiar nuestro modo de vivir para ser más responsables con la naturaleza”.

Es muy importante consumir y fomentar el cultivo de este grano, pues a la par de los cambios climáticos, esta podría ser una buena respuesta a la crisis alimentaria.

Fuentes consultadas:
Milenio
Innovación Biotecnológica

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